Willy Quiroga: “No me voy a olvidar jamás estar tocando y escuchar de repente ¡Contra la pared todo el mundo, carajo!”
En una radiografía musical e
histórica del ispa, el líder de Vox Dei habló de todo con APU. De su encuentro
con tan sólo 15 años con los aviones bombarderos del ’55; las picantes noches
de intimidaciones y persecuciones del onganiato y la última dictadura cívico
militar.
Por Javier Tucci
Cuadro de situación: una
mañana de viernes totalmente atípica
Me encuentro en mi casa con
mis dos hijas y afuera llueve. Una de ellas, la más pequeña (7 meses) tiene que
guardarse por unos cuantos días por estar enfermucha. La otra, la mayor (8
años), simplemente se hizo la rata de la escuela para quedarse y ver qué pasa
en esta jornada, en la que su papá, o sea yo, no fue a laburar por tener que
cuidar a su hermanita... un escenario perfecto para compartir juntos. Al cabo
de media hora entre el sonido derruido de una AM que no para de escupir
noticias re bajones de un país subsumido en una crisis forjada por empresarios
en el poder, mi hija- cuasi preadolescente se dispone a ver una de esas
telenovelas de Disney en la que aparecen niños y niñas mexicanas e italianos
que patinan y cantan, un formato muy diferente a Clave de Sol, pero ahí no
llegué generacionalmente.
En un intento de sacarla un
poco de la PC, evitando no ejercer un cercenamiento en su elección, me acerqué
y le propuse un juego a lo que enseguida respondió…
-¿De qué se trata?
Que me des una mano en
investigar sobre la vida de un groso del rock
-¿Bowie?, Respondió
No…es un músico argentino que
se llama Willy Quiroga y toca en una de las bandas pilares de nuestra música
rock
-¿Y qué hay qué hacer? Disparó
con cierta convicción
Acomodarnos, usar algunos
videos para encontrar pistas y escuchar algunas canciones… ¿Lo hacemos?
-Sí, dale
En ese momento la beba dormía
y al escuchar a Dolores querer compartir la construcción del cuestionario para
Willy sentí un vértigo increíble. Fue así que acomodamos los juguetes
desparramados en el piso, corrimos los pañales que yacían en la mesita ratona
del living y le pusimos play al Barock del 73, mejor dicho a la peli Rock Hasta
que se ponga el Sol, donde aparecen los Vox Dei, Arco Iris, Billy Bond y La
Pesada, Sui Generis, Lito Nebbia con Domingo Cura, Color Humano, Pescado
Rabioso, Pappo, etc.
Lo más divertido del juego fue
que en cada video de Vox Dei que poníamos, sea entrevistas o shows que unían
varias décadas, ella me decía “Mirá, siempre lleva esa gorra”. Es por eso que
esta entrevista tiene un agregado generacional más y mucho amor puesto en cada
pregunta que fue consensuada sigilosamente en un intento de acercar un poquito
más a la cultura musical a una niña que me llenó de felicidad al tomarse tan en
serio el trabajo de jugar con su papá, para entrevistar a un grande como Willy.
¿Pero quién es Willy papá, se
llama así?
No hija, sentate que te
cuento. En realidad su nombre es Wilfrido Aníbal Quiroga, pero es más conocido
como “Willy Quiroga”, nació el 17 de mayo de 1940 en Río Cuarto, Córdoba, pero
vivió casi toda su vida en Quilmes, donde también se respira agite. Se interesó
por el rock and roll a fines de la década del '50 luego de escuchar a músicos
como Bill Haley & His Comets y Elvis Presley y a los 18 años formó su
primer grupo con un estilo similar a Los Fronterizos. En 1962 con el auge del
Rock formó su primera banda llamada Los Out pero fue en el año 1967 en plena
dictadura de Onganía, el de la primavera de Praga, del Monterrey Pop Festival,
del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de los Beatles, en que conoció a
Rubén Basoalto, Ricardo Soulé y Juan Carlos Godoy, con los que formó el grupo
Mach 4, banda en la que se cantaba en inglés y seguía una estética similar a la
de los cuatro de Liverpool.
Con tanta información la piba
lo único que quería era salir corriendo y meterle play a la pantalla que había
quedado congelada con la tira de Disney.
¿Te sigo contando querés?
-Bueno, dale.
Al año siguiente, con la banda
ya establecida con el nombre de Vox Dei y en medio del insipiente amor y paz
hippie y el mayo francés desplegado en el ambiente, el flaco Spinetta les
aconsejó empezar a cantar en español.
-¿Era amigo de flaco papi?
¿Y si directamente le
preguntamos a él?
APU: ¿Cómo fue tu adolescencia
a mediados de los años 50’, en ese clima de proscripción y cómo transitaste los
años de plomo de las dictaduras que viviste?
Willy Quiroga: En los 50
cantaba, imitaba todo lo que andaba por ahí, especialmente folklore, tango
y…cuando vinieron Los Plateros me copé con el cantante y no paraba de cantar
Only You o cualquier cosa de Elvis. En el ’57 me compré la primer guitarra
criolla y empecé a tocar folklore con unos amigos; dos años después me llamaron
para tocar el bajo en una banda y en el 62 con Los Beatles me compré una
guitarra eléctrica y, sabiendo tocar ambos instrumentos, me puse a tocar Los
Beatles con otros amigos.
Ahh, me había olvidado de
decirte que en el 55, el 16 de junio, estaba circunstancialmente en cercanías a
Plaza de Mayo porque iba a trabajar (tenía 15 años). El tranvía pasaba por
Piedras y cruzaba por Av. De Mayo y justo cuando llegué ahí se cortó la luz;
veíamos pasar camiones y sentíamos los estruendos y nos mandamos para la plaza.
Recuerdo haberme parado al lado de un tipo que tenía una ametralladora y cuando
pasaban los aviones les tiraban, y nosotros con mi compañero de laburo
mirábamos como si estuviéramos en medio de una película. Fue así que enseguida
el soldado nos miró y nos dijo ‘tómensela de acá pendejos’, y fue recién ahí
que nos dimos cuenta que nada de lo que pasaba era broma…vimos muchos muertos,
una experiencia muy grosa para un pibe de 15 años.
Volviendo a lo musical, a
finales de los ’50 o principios de los ‘60, estando en Berazategui, conocí a un
compañero con el que nos pusimos a tocar folklore de avanzada, un folklore
distinto y nos hicimos bastante conocidos allá en el sur. Por esos amigos
conocí a Rubén Basoalto quien tocaba con Godoy y Soulé, quienes al faltarle un
violero me vinieron a buscar. Y como había pasado malas experiencias con otras
bandas, con tipos que no venían a ensayar, súmale que yo era muy constante con
lo que hacía porque quería ser músico, no lo tomaba como una diversión o
colgarme una guitarrita para conocer mujeres… Cuando nos juntamos por primera
vez con los Vox Dei y quedamos que nos encontrábamos a las 14hs llegamos todos
a las 13:45hs, ahí me di cuenta que iba de verdad la cosa. Fue así que empezó
Vox Dei, en el año 1967.
APU: ¿Y cómo transitaron la
década siguiente… los años de plomo de la dictadura?
WQ: Fue horrible, primero con
el COMFER y luego con lo que ocurría en todos lados. Me acuerdo que nosotros
sacamos La Biblia en el ’71 estando Lanusse y había que hacer letras que no
hablaran de todo lo que estaba prohibido como la libertad o derechos básicos de
la vida. Nos decían qué era lo que teníamos que escribir y qué no, y teníamos
que buscar la manera de decir cosas y que ellos no se den cuenta. Por ejemplo
de lo que quiere decir realmente ‘Es una Nube, no hay duda’, porque parece una
cancioncita pero al final dice ‘atrapé una nube en una jaula de alambre y
además si me da la gana me lo creo’, que era el derecho al libre pensar.
No me voy a olvidar que en
muchas oportunidades estábamos tocando y de repente se abrían las puertas
violentamente y entraban policías o militares gritando ¡Contra la pared todo el
mundo CARAJO! Y a nosotros nos decían ¡Ustedes también paren la música! O
directamente llegabas a un lugar y todo el mundo estaba afuera con la compañía
de milicos y enseguida nos arrimábamos a dialogar con el dueño del boliche
quien nos decía que no podíamos tocar esa noche, mientras veíamos cómo sacaban
a las patadas en el culo a la mayoría que estaba en el lugar. O al viajar y ver
colectivos detenidos en la mitad del camino con gente con las manos arriba o
contra el colectivo. Y ahora que recuerdo a nosotros nos pasó algo también.
Íbamos 5 en un auto muy rápido porque salíamos de tocar de un lugar y nos
trasladábamos a otro, y una patota nos detiene y nos dice ‘alto, alto, contra
la pared’. Enseguida le dijimos que éramos de Vox Dei, y ahí recién los tipos
medio que aflojaron un cambio. Pero cuando nos revisaron el baúl encontraron un
bidón con kerosene y pensaron que era para armar una molotov y nos apuntaron a
la cabeza. Le dijimos que era para prender la mecha de la baliza, porque antes
de que exista la baliza que conocemos hoy con todos los chiches de luces,
tenías que encender un mechero. Igual nos abrieron todos los estuches de los
instrumentos y arrancaron todo para verificar que no haya armas y cuando vieron
que no teníamos nada nos mandaron a mudar.
APU: ¿Qué hubiera sido del
rock en Argentina si la madre de todos los chicos, Mandioca, al frente de Jorge
Álvarez, no hubiera existido?
WQ: No sé, porque lo que hizo
Jorge Álvarez fue inventar todo aquello. Primero conoció a Moris y a los
Manales y comenzó a viajar por todas las compañías RCA Víctor, Phonogram, etc.
a las que les mostraba lo que tenía. Nadie le daba pelota porque en esa época
se cantaba en inglés, hasta nosotros lo hacíamos al principio. Y al darse
cuenta que nadie lo amparaba decidió armar un sello propio y ahí nació Mandioca
‘la madre de los chicos’. Ahí empezó todo, como también aquello de programar
recitales que se hacían de día para bajar la mala onda, los domingos a las 11
de la mañana en el Teatro Coliseo, porque los amiguitos de Onganía nos
vigilaban en todo momento. Empezamos con 200 personas, luego fueron 500 y
afuera lleno de policías, carros y un despelote total, siendo que nos llevaban
detenidos siempre por averiguación de antecedentes.
Cuando cambiamos de sello y
grabamos Jeremías en el 72/73, momento que vimos que se pudría todo, nos fuimos
a CBS donde nos hicieron una especie carné que se le hacía a todos los músicos.
Dicho plástico rogaba a las autoridades que tuvieran la gentileza de darse
cuenta que la vestimenta o el pelo largo era porque éramos artistas de la
compañía, y si no tenías este carné te pelaban con una máquina cero y te
cortaban en cruz. También te rompían los pantalones de abajo para arriba…imagínate
que salías con la tela flotando y las piernas al aire. A mí nunca me hicieron
esto último, pero me comí un par de patadas ya sabes dónde. Una vuelta nos
trasladaron a la central de policía y lo llevaron primero a Pappo y le dijeron
¿”así que vos sos Pappo?” y lo mandaron a otra pieza. Al rato se escuchaba
“uhhh, ahhhh”, “¿así que sos Pappo?” y le dieron en la panza varias veces.
Tengo la dicha de estar
cumpliendo 50 años con el rock porque empecé en los ’60, pasé por la década del
’70, del ’80, del ’90, del 2000, la del 2010 y llegamos casi a la del 2020. Y a
veces los medios me preguntan ¿Alguna vez imaginaste esto? Y les contesto
¡Nunca! Porque cómo vas a imaginar con 20 años, cuando estás empezando una
carrera y sólo esperás tocar en los carnavales del año siguiente, y que sigan
pasando los años, los años y los años y tu nombre se convierta en una especie
de ícono y que tus obras las cante el pueblo, porque las canciones ya no te
pertenecen a vos, sino que ya son del pueblo.
APU: ¿Qué te pasó al tocar en
el Salón Blanco de la Casa Rosada en 2007, en ese recital que se lo ve a Aníbal
Fernández, también oriundo de Quilmes, moviendo la pelvis?
WQ: Fue un reconocimiento
total, donde también estuvo Charly, el Flaco Spinetta y otros tantos más.
Recuerdo que cuando fuimos nos contaron desde la organización que tuvieron que
abrir un salón contiguo al Salón Blanco donde estaba completamente lleno. Ellos
mismos se asombraron porque tuvieron que rechazar muchos invitados, y de que se
diera tal fenómeno con Vox Dei a lo que les respondimos que éramos la voz del
pueblo. Y en cuanto a Aníbal, ese venía a nuestros ensayos desde que era un
pibito de 10 años y le echábamos fly o le decíamos “dejanos ensayar che” porque
se ponía re pesado preguntando cosas (risas). Hasta que un día le dijimos “está
bien, agarrá la punta de ese equipo y ayudanos a llevarlo al camión”,
convirtiéndose en un plomo de la banda.
APU: ¿Sos vos el que
administra y postea la cuenta Willy Quiroga en Facebook, qué te pasa con esta
herramienta que ofrece las puertas del siglo XXI?
WQ: Sí soy yo, me re sirve
todo lo que se pueda mostrar a través de Facebook. Tengo tres míos y después
hay varios más hechos por fanáticos; hay uno que se llama Grupo de Trabajo de
Vox Dei Original y hay otro de gente que se armó en Detroit VoxDei_USA, donde
suben videos de ellos viajando y escuchando Azúcar Amargo y demás. Por otro
lado me permite armar flyers para que la gente se entere que tocamos y ahí
todos comparten y se arma una pelota, al igual que cuando hacés un comentario y
todos te comentan lo que piensan al respecto. A veces me pasa que al tenerlos
todos cubiertos al límite la gente no me puede agregar como amigo, así que les
digo que ellos me acepten. Ni hablar en lo que respecta a grabar, me acuerdo
cuando grabábamos en cuatro canales donde tenías que hacer ping pong, cruzando
los canales vacíos, haciendo pre mezclas y si te equivocabas en algo perdías
todo para siempre. En cambio hoy la tecnología me permite tener un Nuendo multi
track, lo que me permite hacer mis propios playbacks o maquetas para
presentarles a mis compañeros de trabajo y de ahí ver qué sale con lo que ponga
cada uno.
APU: ¿Qué te pasa al enterarte
que por lo menos tres generaciones (la de mi viejo, la mía y la de mi hija) han
escuchado la Biblia?
WQ: Es un premio que nos dio
la vida, porque haber hecho semejante obra en la época en que se hizo cuando
estaba Lanusse, fue increíble. Hubo mucha gente que estuvo en desacuerdo con La
Biblia, muchos que nos dijeron cómo nos atrevíamos a hacerlo…el prejuicio ante
todo, y eso es lo peor que te puede pasar como artista. Hubo gente que estaba
en contra sin siquiera haber escuchado qué era lo que estábamos haciendo.
Porque sacar la Biblia fue realmente un atrevimiento, una osadía, pero al mismo
tiempo sabíamos que no había ningún elemento censurable. Y cuando se anunció
que iba a salir, de la curia dijeron ‘momentito, antes queremos leer las
letras’. Y nos atendieron medio de manera condescendiente, y cuando pusieron la
mirada en el papel y vimos que les cambió la cara, enseguida dijeron ‘esto es
maravilloso’. Y como dice la Biblia “así fue”.
APU: ¿Cómo y desde dónde
surgió la firma del petitorio para que Vox Dei le toque la biblia al Papa
Francisco?
WQ: Eso lo está organizando un
fanático nuestro y lo empezaron a compartir en las redes y a lo mejor nos tenés
ahí tocando en el Vaticano (risas).
APU: ¿Qué le aporta al rock
argentino el regreso del BA Rock, teniendo en cuenta que abundan
megafestivales, la mayoría internacionales donde el 90% de las bandas que tocan
son también de otras latitudes?
WQ: Es como decir ¡Ojo,
miremos también un poco para adentro, porque acá también suceden cosas!
Póngannos a los Vox Dei el sonido que tienen Los Who o Eric Clapton y escuchen
cómo sonamos. Eso lo podría demostrar cualquier banda de acá, ojo que no digo
que sonaríamos mejor que nadie, sino acceder a contar con un sonido totalmente
mostruoso, con la tecnología e ingenieros de sonido diferente. Más de una vez
nos han dicho ‘parecen una banda de afuera’, por el sonido obvio, no por lo que
decimos. Ese sonido lo vivimos sólo con La Renga en Tandil o en Plottier con
Los Pericos, lo que te permite darte cuenta que estamos a la altura de
cualquier otra banda del mundo.
APU: ¿Cómo ves la gestión de
Mauricio Macri a un año y medio de asumir como Presidente, proceso en el que ha
aplicado una política de ajuste, tarifazos, y despidos masivos?
WQ: De política mucho no hablo
pero creo que se tomaron medidas muy abruptas que desencadenaron en una
fractura muy grande en un país donde todo es carísimo, donde los impuestos son
enormes para cualquier cosa. Vas a comprar un atado de cigarrillos y los
impuestos son del 70%, comprás un litro de nafta y el 70/80% son impuestos y
así no se puede competir en ningún rubro. El otro día hablaban que en Dubai,
que es un país riquísimo, el pan lactal que acá cuesta $45 allá salía $20 o la
leche misma, un producto básico en la canasta. También veo que con el cambio de
gobierno muchos aprovecharon para decir acá se pudre todo y entonces ¡Vamos a
aumentar por las dudas! Y metieron al país en un problemón por cagazo.
APU: ¿Y cómo ves esa realidad
que está ahí afuera, teniendo en cuenta que viajás muchísimo para tocar?
WQ: ¡Está muy duro todo! El
que está debajo, el que consume, es el pueblo y es el que sufre;
desgraciadamente este es un país atípico, es raro. Ya te digo, tengo 77 años y
he vivido toda la vida viendo que este país siempre sigue para abajo. No veo
que nada mejore…según decía mi viejo, la primera época de Perón fue muy buena,
después se pudrió todo. Subía un gobierno democrático y no duraba una canasta y
lo bajaban los militares nuevamente. A veces les digo a mis amigos que no somos
un país, somos un ispa, porque todavía no llegamos a la categoría de país.
Vivimos en democracia pero no sabemos lo que realmente es la democracia.
APU: ¿Y antes de que asuma el
macrismo, en aquellos años de Kirchnerismo, veías otra sociedad un poco más
democrática e igualitaria, con sus aciertos y errores?
WQ: Creo que todos los
gobiernos tienen aciertos y errores. Fijate que todo el tiempo se echan culpas
de unos a otros y cómo ahora se pusieron de acuerdo para elevarse las
dietas…ahí no hubo discusión. ¿Y el pueblo dónde queda? Sé que por esto que
digo más de uno me va a criticar, pero si nos callamos la boca va a seguir
pasando este tipo de cosas. Quisiera saber por qué se pusieron de acuerdo en
este asunto de las dietas y no se ponen de acuerdo en otras cosas para sacar
adelante al país.
APU: ¿Qué proyectos tenés en
lo inmediato?
WQ: Nosotros tenemos trabajo
todo el tiempo, vamos pronto a Ituzaingó, después a Rosario y Santa Fe; el mes
que viene a Mendoza. Pero el hecho de que estemos trabajando no me pone tan
ciego como para no darme cuenta de que estamos en problemas, de que el país
está en graves problemas, porque conozco personas allegadas que tienen
problemas, porque nunca haríamos eso de sentir y decir “yo estoy bien y el
resto qué me importa”, no es así.
Luego de terminar de hacer el
añorado cuestionario para Willy me acerqué a mi hija y le agradecí por tanta
dedicación y, por sobre todas las cosas, por compartir. Renglón a parte para
Willy, quien con sus 77 años nos enseña que es a través del lenguaje musical
que es posible rejuvenecer día a día y que lo que importa es “El presente y
nada más”.
Publicada el 17.06.2017 en Agencia Paco Urondo https://bit.ly/2sH9m9N
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